Conversaciones con Jaime Bassa, profesor de Derecho Constitucional (U de Valparaíso) y ex convencional constituyente

"Los pueblos originarios están ahí, no son inventados por la convención constitucional, el pueblo mapuche esta ahí, el pueblo Rapa Nui está ahí, la Isla de Pascua está ahí, no es un invento de la convención constitucional, lo que la propuesta de la nueva constitución busca es precisamente generar condiciones que permitan que nos relacionemos como iguales”

El sábado 16 de julio en el programa radial Maule Sur Constituyente (comuna rural de Longaví), estrechamente vinculado a nuestro Semanario Aula Magna, el profesor de Derecho Constitucional y ex convencional constituyente, Jaime Bassa, conversó sobre los alcances del proyecto de nueva Constitución y se refirió a algunas polémicas que se ha generado en torno al proyecto

¿Qué opina respecto a la confusa información, a veces también falsa, que circula en los medios en relación con la regulación del tema indígena en la nueva Constitución?

“Creo que la forma de generar condiciones para una solución permanente a la cuestión indígena, es sentarnos a la mesa para conversar en condiciones de igualdad y eso es lo que la nueva constitución contempla: una dimensión política de esa propuesta que son los escaños reservados, una propuesta territorial que es la comisión que se va a encargar de la restitución de tierras y una cuestión critica que es la forma de cómo se reconocen los usos y costumbres que los pueblos originarios históricamente han resuelto”.

 ¿Cómo debemos entender la igualdad entre chilenos, chilenas y la población indígena?

Los pueblos originarios están ahí, no son inventados por la Convención Constitucional, El pueblo mapuche esta ahí, el pueblo Rapa Nui está ahí, la Isla de Pascua está ahí, no es un invento de la Convención Constitucional. Lo que la propuesta de la nueva Constitución busca es precisamente generar condiciones que permitan que nos relacionemos como iguales, precisamente porque las condiciones que tenemos hoy día, la constitución que tenemos hoy día, las instituciones que esa constitución contempla, el centralismo característico de nuestra cultura política, no nos permiten relacionarnos como iguales, por algo tenemos el conflicto que tenemos, si las cosas estuvieran bien no estaríamos en este estado. Las cosas están como están precisamente porque las instituciones están fallando, y lo que la propuesta de la nueva Constitución contempla, es, precisamente  una solución, algo que podría significar una solución permanente para la cuestión indígena, para garantizar que efectivamente el pueblo de Chile sea uno solo como dice por ejemplo el Preámbulo, reconociendo que esta compuesto por distintas naciones que están aquí en el territorio de Chile, y que estas concurren en  formación de la voluntad general que se expresa por ejemplo en la ley. Ese objetivo que busca garantizar que seamos iguales y que nos podamos reconocer como iguales tiene distintas dimensiones en la propuesta de la Convención, por ejemplo política, territorial y también judicial y lo que busca es precisamente eso, generar condiciones para que podamos efectivamente ser iguales.

¿Son chilenos los indígenas desde el punto de vista de su nacionalidad?

Son chilenos. La palabra nación en el derecho tiene dos significados distintos, en un sentido la nación es la pertinencia de una persona a una cultura determinada, a un grupo que esta unido por lazos históricos, lingüísticos, culturales etc. En esa perspectiva se habla de las naciones originarias, las primeras naciones, pero la nacionalidad, que no es la misma palabra, la nacionalidad es el vínculo que une a una persona con un Estado, y ese vínculo es único e indisoluble, una persona no puede no tener nacionalidad y la regla general es que una persona tampoco tenga dos nacionalidades, es muy excepcional que una persona tenga dos nacionalidades, por lo tanto, todas las personas y también los pueblos originarios somos chilenos, pero hay diferencias culturales lingüísticas entre por ejemplo el pueblo de Chile y el pueblo que vive en la isla de Rapa Nui, esas diferencias existen y la forma de garantizar que nos podamos relacionar como iguales, es reconociendo que tenemos culturas distintas, que hablamos distintos idiomas y que esa diversidad enriquece al país, pero seguimos siendo chilenos.

¿Es correcto afirmar que los pueblos originarios van a tener más privilegios?

 Lo que busca la propuesta de la nueva Constitución es terminar con los privilegios actuales. Es que es algo muy curioso, digno de un estudio sociológico, que aquellos sectores que hoy día son privilegiados, estén recurriendo al argumento del privilegio para evitar que se le reconozcan derechos a aquellos sujetos que hoy día no los tienen. La propuesta de la nueva Constitución no contempla ningún tipo de privilegios para los pueblos originarios, primero, estamos llevando a nivel constitucional cuestiones que hoy día ya están en la ley chilena (hay muchas materias vinculadas por ejemplo con el pluralismo jurídico, con restitución de tierras, con la demarcación de tierras que han sido demandadas por los pueblo originarios, que hoy día existen en la ley). Lo que estamos haciendo es llevándola a la Constitución para que tengan el mismo estándar que tienen los derechos que ejercemos las personas culturalmente chilenas, las personas que pertenecemos a la población mestiza; y por otro lado, parte importante también de las cuestiones que se están incorporando a la Constitución en materia indígena forman parte de las obligaciones que el Estado de Chile contrajo cuando firmo tratados internacionales. Los pueblos originarios tienen derechos y tienen derecho a ejercer esos derechos, en el marco de un estado de derecho que sea común para todas y todos, y nunca  ejercer un derecho puede ser entendido como un privilegio. No es un privilegio para las mujeres participar en política, es su derecho, pero para que ese derecho se pudiera ejercer con normalidad, tuvieron que pasar décadas de demandas políticas y sociales encabezadas por mujeres, para reivindicar la igualdad de género, hasta que se consiguió. Cuando las mujeres levantaron la voz por primera vez, también se les contestó con el discurso del privilegio, diciéndoles que no estaban preparadas y que no podían pedir un trato especial, sin embargo, hoy estamos mucho mas cerca de la plena igual de género. En el caso de los pueblos originarios pasa lo mismo, permitirles el ejercicio de un derecho no es un privilegio, es parte de los derechos que todas y todos tenemos.

¿Coméntenos a propósito del mandato a la ley que se contiene en numerosos artículos del proyecto de Constitución?

Este es uno de los cambios mas importantes, que tiene la nueva Constitución porque para que el sistema jurídico funcione, para que el ordenamiento jurídico en su conjunto funcione, la relación entre la constitución y la ley tiene que verificarse de modo tal que la constitución pone las reglas del juego y la ley puede jugar, esa relación es clave. Por eso actualmente tenemos una constitución y más de 20 mil leyes y decenas de miles de reglamentos, decretos etc. Para que eso funcione la relación entre la constitución y la ley tiene que ser armónica, lo que pasa con la actual constitución del 80,  es que esa relación no ha sido armónica, ha sido más bien polémica, tensa, porque el concepto de democracia desde el cual se redactó la constitución del 80 es un concepto que desconfía de la libertad política del pueblo, que desconfía de la mayoría que busca proteger el ejercicio de la democracia, democracia protegida se decía en eso entonces. Y para que eso funcionara la relación entre la constitución y la ley se lleno de obstáculos, de quorum contra mayoritarios, de iniciativas exclusivas del presidente de la república, de un dominio legal restringido, de un control preventivo del tribunal constitucional, de un sistema binominal y una serie de otros dispositivos que conocimos como enclaves autoritarios y que impidieron que la ley se desplegara plenamente. Es esta una de las principales causas  de la crisis de legitimidad y confianza en los poderes políticos, que es su falta de eficacia  en el ejercicio del poder.  La nueva Constitución en cambio establece una relación entre constitución y ley que es radicalmente distinta, porque esta nueva Constitución ha sido escrita confiando en la democracia, confiando en la capacidad que tiene el legislador para desarrollar los contenidos de la nueva Constitución, incluso para cambiar la nueva constitución, incluso más, para cambiarla entera, para sustituirla. Entonces aquí se ha construido una relación entre constitución y ley mucho más armónica, que empodera al legislador, que confía en lo que el legislador hace, porque confiamos en la democracia, en la regla de la mayoría, por lo tanto, si bien la constitución identifica muchas materias que están incorporadas en el texto, su regulación de detalles queda entregada a la ley y esa es una garantía de libertad política sumamente importante para el pueblo, para las personas que votamos, que vamos a ver como nuestro voto puede generar mucha mayor incidencia en la conducción política del país, porque la ley va a estar mucho mas fortalecida de lo que esta hoy día bajo el imperio de la constitución del 80.

¿Cómo debe entenderse la plurinacionalidad?

 Chile es plurinacional, el pueblo Mapuche, el pueblo Coya el pueblo Rapa Nui está ahí. Que no los queramos reconocer es una cosa distinta. En el gobierno de Patricio Aylwin a principio de los noventa se presentó un proyecto de reforma constitucional para el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios que nunca prospero. Esto, lamentablemente en Chile, tomó un sesgo racista que hay que identificar, se ha teñido de indigenismo, pero hay mucho países no indígenas que son plurinacionales, España, donde están los catalanes, valencianos, vasco, andaluces, gallegos, también Italia, Francia, Alemania, Bélgica, se trata de países que tienen culturas distintas, dialectos distintos, que los reconocen como oficiales. Y al mismo tiempo hay otros países que tienen esa plurinacionalidad, como Canadá, Nueva Zelanda, Bolivia, entonces algo pasa que lamentablemente la elite chilena azuzó de una manera bastante reprochable, que no estamos en condiciones de reconocer la diversidad constitutiva de nuestro país, pero esta es una realidad muy propia de los estados occidentales que se construyeron un poco a la fuerza. Obran como si en un solo estado hubiera una sola nación, en circunstancias que en realidad la diversidad cultural del país, de este país y de muchos otros, enriquece a la sociedad, y es importante que sea reconocido porque eso nos va a hacer mejor que seguir negándolo.

En octubre del 2019, nos levantamos con las banderas mapuches porque era una de las grandes demandas y luchas que teníamos, pero algo paso que desde ese entonces hasta ahora cambio la mirada ¿qué pudo suceder?

Yo creo que la historia va a echar más luz sobre estos momentos, es difícil efectivamente ponderar ahora que estamos tan cerca y tan inmersos en los fenómenos que estamos viviendo, cuáles son las causas que permiten explicar lo que hoy esta ocurriendo, y si es que efectivamente aquella opinión pública que se está construyendo a través de los medios de comunicación social, es efectivamente la opinión mayoritaria del pueblo o no. Nosotros tenemos una prensa muy concentrada en la propiedad de pocas personas, la forma en la que se construye la opinión publica en Chile está sumamente estudiada: es una cuestión que se maneja desde distinto sectores de poder de la sociedad, pero que son socioeconómicamente bastante homogéneos. Yo tengo la impresión, claro me puedo equivocar, pero tengo la impresión que las grandes demandas que se han levantado en los últimos treinta años siguen presentes en la sociedad y la nueva constitución las recoge, entre ellas el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios. Y el reconocimiento constitucional no significa ponerlo en hojas de papel y que se queden contentos con eso, significa poder garantizar que los derechos de todas y todos van a poder ser ejercidos en condiciones de igualdad, y eso no es un privilegio, y yo tengo la impresión que las personas sencillas que vivimos de nuestro trabajo, que con nuestro trabajo tenemos que llegar a fin de mes, vemos la realidad de manera distinta a como lo esta viendo cierta elite más preocupada de mantener sus privilegios, mas preocupadas de mantener sus fuentes de ingreso y sus fuentes de poder, que de avanzar hacia estadios de mejor justicia y mayor democracia en el país.

¿Qué le diría a la población en esta instancia tan decisiva para nuestra historia?

Quisiera llamar a la ciudadanía a sospechar, a informarse, a ejercer un rol mas activo y mas protagónico. Informarse y no solo en dejarse informar por otros, porque cuando recibimos información por otros, esa información llega procesada por gente que no conocemos, y siempre es mejor buscar la fuente directa para poder hacernos una opinión mas libre, y poder votar de manera mas informada.