Crisis de la “U” "Las Sociedades Anónimas han despojado al fútbol de algo fundamental: ser una herramienta de cohesión social”

Conversamos sobre el presente del club universitario con Juan Cristobal Cantaurias, asesor legal de la Corporación de Fútbol Profesional de la Universidad de Chile (CORFUCh), la relación que debería tener con la universidad, las sociedades anónimas en el deporte, y más.


Para el egresado de Derecho de la Universidad de Chile, expresidente del Centro de Estudiantes de Derecho de la casa de Bello, y ex senador universitario: “si es que es de interés de la Universidad de Chile formar no solo académicamente a profesionales, sino que también formar ciudadanos/as integrales para el Chile del mañana, la inclusión del deporte resulta fundamental para cumplir con ese objetivo”, precisó el militante del Partido y las Juventudes Socialistas.

¿Desde cuándo y por qué eres hincha de la "U"?

Creo que es difícil definir un momento determinado, pero sin duda puedo decir que desde que tengo memoria. En mi caso, como creo que es la situación de la mayoría de los y las hinchas del fútbol, soy de la U porque mi padre me enseñó del amor al Club. Nunca fue mucho de ir al estadio, pero sí apoyaba a la U en los campeonatos, lo que me motivó a empezar a ir a la cancha con mis amigos. Una vez en la barra, al ver una hinchada tan grande, tan alegre y con tanta fidelidad, uno se termina enamorando de este Club. La U tiene algo especial, que tiene que ver con estar en las buenas y en las malas, más allá del resultado, cosa que no todas las hinchadas de Chile ni del mundo pueden decir. Somos el equipo que lleva más gente al estadio, independiente de si estamos peleando el campeonato o si estamos en zona de descenso. Eso es lo que hace diferente a este Club y es algo que te termina motivando a ir semana a semana a verlo jugar.

¿Qué rol debería tener la Universidad de Chile sobre el funcionamiento del Club Deportivo?

La Casa de Estudios debe tener un rol fundamental. El Club Deportivo históricamente fue parte de la Universidad, hasta que extirparon el Club de Fútbol de la Casa de Estudios durante la dictadura, como parte del debilitamiento intencionado de parte de la Junta Militar a la Universidad de Chile. En ese sentido, ha sido interesante el rol que ha jugado el rol Ennio Vivaldi como Rector, quien ha quebrado más de 15 años de silencio de la Universidad frente a su Club de Fútbol. Espero sinceramente que en un futuro podamos volver a tener un Club Deportivo que, como antaño, tenía diversas ramas deportivas que estaban formadas tanto por estudiantes como por jugadores profesionales. Es decir, si la Universidad de Chile se tomara en serio esto, podríamos tener al Club Universidad de Chile compitiendo no solo en fútbol, sino que también en vóleibol, básquetbol, rugby, atletismo y un sin número de ramas deportivas, cuestión que no sucede por las limitaciones que establece la ley del Deporte para que instituciones estatales compitan a nivel federado. Imagínese que antiguamente había ciertos deportes que se practicaban en Chile exclusivamente gracias al Club Deportivo. Ese es un sueño, y si la Universidad fue capaz de mantener la Radio, su Orquesta Sinfónica, su Hospital, y de recuperar el canal de televisión, ¿por qué no recuperar su Club Deportivo? En ese sentido, creo que hay que distinguir tres momentos. En el corto plazo, la Universidad debería mejorar su participación en el directorio de Azul Azul, desarrollar mejores acciones para la fiscalización y defensa de valores del Club, y democratizar sus mecanismos internos para elección de directores en Azul Azul y de rendición de cuentas. En el mediano plazo, hacer una evaluación de estos años de concesión y ver de qué manera va a seguir la relación con Azul Azul hasta el 2037. Por último, creo que en el largo plazo debería pensar cuál es su proyecto para el deporte, y si en eso tiene cabida la refundación del Club Deportivo de la Universidad de Chile mediante la creación de una persona jurídica de derecho privado, de tal manera que se posibilite la participación de la Casa de Estudios en el fútbol, pero también en otros deportes a nivel federado.

La crisis que sufre actualmente el Club Universidad de Chile tiene múltiples aristas. En ese sentido, ¿quién cree usted que es el culpable de la actual crisis que sufre la "U"? ¿Por qué?


Efectivamente, la crisis que actualmente vive el Club tiene una multiplicidad de factores, pero sin duda acá hay responsables claros. En primer lugar, Azul Azul S.A. es el principal responsable, porque es quien tiene actualmente la administración del Club. Es una empresa que no tiene un proyecto a largo plazo de desarrollo deportivo, sino que una (mala) máquina de hacer dinero. La visión empresarial de administración ha cortado radicalmente el vínculo del club con su hinchada, con el mundo social, además de demostrar que a nivel deportivo nos tiene en una de las peores crisis de la historia del Club Universidad de Chile. Ahora, también acá hay responsabilidad de la Universidad, en la medida en que al momento en que autorizó el uso de emblemas y símbolos de la Casa de Estudios a Azul Azul S.A. se desentendió completamente del Club. Probablemente las autoridades universitarias de la época dijeron: “acá hay un club de fútbol importante de la cual no nos podemos hacer cargo, así que se lo paso a una sociedad anónima para que ellos la administren y yo me lavo las manos. Así, otra entidad se hace responsable de la administración y yo me preocupo solamente de recibir las utilidades pactadas en el convenio, mientras ellos usan los emblemas”. Por último, también hay que señalar que acá hay responsabilidad del Estado. Fue el Estado el que inventó una deuda a través de una interpretación antojadiza de las normas tributarias, la que significó que existiera una deuda impagable. Esa situación es la que permitió la quiebra de la CORFUCh y, con ello, el despojo de sus derechos federativos en favor de Azul Azul S.A., empresa que, por cierto, era de propiedad de quienes habían perdido las elecciones internas de la Corporación de Fútbol. Y fue ese mismo Estado el que creó las leyes del Deportes y de Sociedades Anónimas Deportivas Profesionales, que impiden que las corporaciones administren directamente los Clubes de Fútbol. Esto es importante, porque no incluir este elemento en el análisis nos puede llevar a una mirada voluntarista del fenómeno, lo que podría llevar a pensar que solo sería un problema de gestión de una sociedad anónima. No, acá no basta con que llegue una “buena empresa” que administre bien, sino que hay que hacer un cambio a la forma en cómo está pensada la administración del fútbol chileno.

¿Cree que las organizaciones de hinchas tienen alguna posibilidad de enmendar el rumbo que lleva el club? ¿Qué rol deberían tener las organizaciones de hinchas?


Yo creo que sí, pero creo que no bastamos solamente los hinchas. Hay que recordar que Universidad de Chile es un club universitario, por lo que también tiene un rol fundamental la Casa de Estudios. El Club seguirá en manos de la Sociedad Anónima hasta, por lo menos, el año 2037, si es que no hay un término anticipado de la concesión. Estos años hay que pensarlos como una oportunidad para la construcción de un camino que nos permita la construcción de una cultura de organización diferente a la sociedad anónima, por un lado, pero que también nos permita formar en la hinchada la responsabilidad de hacer Club. Lamentablemente, hoy no existe mucho porque la estructura de administración del fútbol despojó a las hinchadas de asumir la responsabilidad en los destinos de sus clubes, por lo que también los y las hinchas deben formarse ese sentido de responsabilidad. Administrar un club es una tarea muy seria, que implica por una parte la generación de un proyecto deportivo que se vincule con lo social, pero que también signifique tener buenos resultados deportivos. Si bien somos muchos y muchas quienes estamos comprometidos/as con la recuperación del Club, también hay que reconocer que a un número importante de hinchas solo le interesa ir el fin de semana a ver su equipo ganar. Por lo tanto, el mundo organizado de la hinchada tiene esa doble tarea: generar conciencia en la hinchada, y construir una organización que sea lo suficientemente seria y disciplinada como para administrar exitosamente un proyecto deportivo.

  • Usted asesora legalmente a la Corfuch, ¿cree usted que existe la posibilidad de recuperar la Corporación debido al desempeño de Azul Azul?

Aquí hay que hacer una distinción importante. Una cosa es recuperar y reactivar la CORFUCh, cuestión que ya comenzó gracias al sobreseimiento de la quiebra en el año 2019. Hoy la Corporación puede funcionar sin ningún problema y ese es el camino que la hinchada organizada se ha puesto como objetivo. Ahora, otra cosa distinta es que los derechos federativos, que al final del día son aquellos que te permiten participar y competir en el fútbol chileno, dejen de estar concesionados a Azul Azul S.A. y vuelvan a la CORFUCh. Legalmente esos derechos van a estar concesionados, por lo menos, hasta 2037. El mal desempeño deportivo en el que nos encontramos puede ser una causa para que termine la concesión, pero no directa. Por qué. Porque una de las causales de término anticipado del contrato de concesión es que Azul Azul S.A. caiga en quiebra, situación que podría suceder en caso de que el Club terminara en Segunda División. Sin embargo, también existe otro camino. Se supone que el objeto del contrato de concesión de CORFUCh a Azul Azul S.A. es el pago de la deuda con el Estado, el que habría dejado de existir porque precisamente uno de los efectos que tiene el sobreseimiento de la quiebra es la extinción de la deuda. ¿Qué sentido tendría continuar con una concesión que ya no tiene objeto, al no existir esa deuda?

¿Qué opinión tiene sobre el fenómeno de las sociedades anónimas en el fútbol chileno?

Tengo la peor opinión, y no es por una consideración meramente ideológica. Si es que vamos a los datos y resultados, la situación del fútbol chileno ha empeorado respecto a los años 90’. No podemos negar que hoy los clubes manejan muchos más recursos y tienen muchos mejores centros de entrenamiento, pero ¿eso ha significado en la mejora de la calidad deportiva? Los grandes estadios en Chile se han construido con dinero estatal, el aumento de los recursos se debe a la valorización de los derechos televisivos mediante el antiguo Canal del Fútbol y la generación dorada, la mejor generación de la historia fue formada al alero de un modelo de fútbol que no estaba bajo el control de las SADP. Para qué hablar de los conflictos de interés de representantes que, además de ser dueños de jugadores, son dueños de clubes, ¡incluso que son archirrivales! Creo, además, que las Sociedades Anónimas han despojado al fútbol de algo fundamental: ser una herramienta de cohesión social. Ya no existe relación con lo social, sino que una visión completamente empresarial. El fútbol no es solo números, sino que también amor por el equipo, formación de identidad y mística. Lamentablemente, creo que las SA estructuralmente no pueden abordar ese tema. De ahí que las canteras de los equipos empeoren cada vez más. Y bueno, qué decir del estado del fútbol chileno en comparación con el desarrollo de otras ligas latinoamericanas.

¿Qué le parece la llegada de la exministra Cecilia Pérez al directorio de Azul Azul?

En general no me gusta juzgar anticipadamente a personas que van a desempeñar una labor. Creo que es una persona rigurosa y dedicada en lo que hace y espero que tenga un excelente desempeño por el bien del Club. Sin embargo, creo que ella está más en la línea de esta visión empresarial de la que hablamos anteriormente, antes que fortalecer la relación con la mística e identidad del club. Espero, sinceramente, que no sea más de lo mismo que hemos tenido en Azul Azul.

Hubo un progresivo abandono de la universidad respecto al club deportivo? ¿ocurrió por diferentes motivos, cuál fue la responsabilidad de la universidad?

Eso es efectivo, pero también por políticas intencionadas de parte del Estado. Como dije anteriormente, hubo una política intencionada de la Junta Militar de debilitar a la Universidad de Chile, lo que llevó a la separación del Club de Fútbol con el Club Deportivo y, consecuentemente, con la Universidad. Luego de eso, en democracia, la Universidad hizo vista gorda con esta situación, tolerando el uso del nombre y emblemas de parte de la CORFUCh. Recién se hizo parte cuando quebró la CORFUCh y tuvo que autorizar el uso de sus símbolos y emblemas a Azul Azul. Sin duda, ha habido un silencio cómplice de parte de la Casa de Estudios más por negligencia y desinterés que por una intencionalidad real, cuestión que los y las hinchas de hoy resienten. Sin embargo, creo que la última rectoría ha abierto posibilidades para empezar a construir un camino que permita recuperar el Club, por lo que el restablecimiento de confianzas con los diversos actores del mundo social resulta fundamental. Esto suena duro, pero hay que decirlo: tanto en la Casa de Estudios como en la hinchada hay sectores que miran con desconfianza esta relación. Por una parte, por clasismo y elitismo, y por la otra por prejuicios. Creo que el encuentro entre el Rector y Los de Abajo fue un hito histórico que puede ser el comienzo de una nueva relación, pero se requerirá voluntad de ambas partes para que así sea.

¿Qué rol tiene el deporte en el proceso formativo universitario? ¿Cree que aportaría a la calidad del proceso formativo el incorporar en plenitud al club Universidad de Chile a la vida universitaria?

Para mí, el deporte es fundamental para el desarrollo de vida integral de los y las ciudadanos/as de nuestro país. Está requetecontra demostrado que la actividad física mejora significativamente la calidad de vida de las personas, tanto a nivel de salud física como mental. Sin embargo, como deportista puedo asegurar que el deporte también entrega elementos muy positivos como la formación en valores como la disciplina, la empatía, la solidaridad y el bien común. Así también, permite ser un espacio de encuentro entre las personas, incluso de diferentes clases, por lo que también creo que nos permitiría tener una sociedad más cohesionada. Por último, también permite que los/as estudiantes tengan un mejor rendimiento tanto en su vida académica como laboral. Por lo tanto, si es que es de interés de la Universidad de Chile formar no solo académicamente a profesionales, sino que también formar ciudadanos/as integrales para el Chile del mañana, la inclusión del deporte resulta fundamental para cumplir con ese objetivo.