Eric Eduardo Palma
En 1988 la marca Maggi, en plena concordancia con el estado de la sociedad contemporánea y sus valores, impactó en el mundo de la cocina con un comercial que vendía una peculiar sopa al instante, “Sopa para Uno”. Una voz femenina y otra masculina señalaban: “Ahora usted va a conocer Sopa para uno de Maggi: un tazón, un sobre de sopa para uno, agüita caliente, se revuelve un poquito y se obtiene una deliciosa porción individual de sopa para uno […] usted y Maggi hacen mejores comidas” (1)
La historia de Julius Maggi y la sopa instantánea está estrechamente vinculada a la transformación del mercado laboral, así como al uso del tiempo en la sociedad contemporánea. Los inventos de Maggi no generan habilidades en sus usuarios, pero, resuelven problemas. Incluso entregan porciones de tiempo.
Es así como Mateo, en su vida autónoma de universitario, ha resuelto uno de sus problemas más relevantes haciendo de una salida momentánea, una solución permanente. Desde entonces no ha tenido problemas para resolver qué comer: ha comido de todo, pero, no sabe cocinar. Maggi impactó en su vida.
Hoy los Mateos del ayer son bombardeados por un mismo tipo de campaña: la de la Inteligencia artificial (IA) que ofrece contenido personalizado y relevante; automatización de tareas y de procesos; reducción significativa del tiempo de trabajo; resúmenes de textos extensos; respuestas bien redactadas, y un largo etc. Muchos Mateos ya consumen IA porque resuelve varios de sus problemas básicos en su vida universitaria. Entregan investigaciones, contestan pruebas, redactan ensayos, pero, no saben investigar, ni tampoco escribir. Son universitarios, pero, se alejan cada día más de la experiencia de serlo.
El mal uso de la IA es como la Sopa para Uno: satisface una necesidad inmediata, pero, no genera las habilidades necesarias para nutrirse. Si los Mateos de hoy trasladan a las generaciones futuras el mal uso de la IA, los universitarios del mañana serán presas de las sopas para uno en un mundo en que lo que nos hará humano es precisamente, la habilidad de saber cocinar, es decir, investigar, proponer, aplicar.
Por cierto, la madre de Mateo sigue cocinando e incorporando nuevas recetas, incluso ha logrado llevar a su marido a la cocina, y, por si acaso, mantiene en la despensa una Sopa para Uno.
1. https://www.tiktok.com/@comerciales.cl/video/7256627673290591494
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